Vinos rosados con estilo

Los vinos rosados parecen estar escondidos durante el año y es en primavera cuando aparecen, igual que las flores. Porque es con la floración que empieza también la temporada alta de los vinos rosados. Una tendencia de lo más lógica teniendo en cuenta que son vinos habitualmente refrescantes, golosos y muy atractivos en cuanto a color se refiere.

Se dice que los vinos rosados no gustan a todo el mundo. Pero para gustos, ¡los colores! Hay vinos rosados con color de piel de cebolla, salmón o frambuesa, por citar algunos, y quizás no te puede gustar un estilo de vino rosado pero sí otro. Y aunque los más ‘trendy’ son los llamados piel de cebolla, las marcas siguen ofreciendo distintos tonos en función de la elaboración y estilo escogidos.

Para que un vino rosado pueda llamarse así necesita de uva tinta, es así como se extrae su color: gracias al contacto del mosto con la piel tintada. En función del tiempo de contacto del mosto de la uva con sus hollejos obtendremos un vino de color más o menos intenso. Pero ¡no nos queremos poner técnicos! Porque si una cosa va asociado al vino rosado es el disfrute. 

Nuestra cabeza cuando piensa en rosado se imagina el sol, la terraza, los amigos y los buenos momentos:

  • En pareja, en una cena frente al mar
  • En familia, como aperitivo, disfrutando del momento, de la conversación y de unos salados
  • Con amigos, como copa de bienvenida antes de una buena barbacoa o en un brunch

¿Cómo se elaboran los vinos rosados?

Lo primero a considerar son las uvas tintas más populares utilizadas en nuestro país para los rosados, y no puede fallar la reina de las tintas, una de las más populares: la Garnacha. Le siguen Tempranillo y Syrah. 

Ya hemos dicho que son las uvas tintas las que dan color al rosado, en función del tiempo de contacto con las pieles. Pues bien, para ser expertos en el mundo del rosado solo nos queda saber que la elaboración puede ser por prensa o sangrado. El primero, estrujando las uvas para conseguir el mosto; el otro, cuando las uvas pasan directamente a depósito sin pasar por la prensa. Estos últimos son normalmente vinos de tonalidades más intensas.

¿Y cómo es el rosado de Ramón Bilbao?

Ramón Bilbao Rosado nace con la idea de “encontrar una forma de relacionarte con la comida y la bebida más ligera”, para un momento de consumo más casual, más moderno. Para unir lo mejor del futuro con lo mejor del pasado y la tradición.

El Rosado de Ramón Bilbao te ofrece una paleta aromática amplia pero conducida en todo momento por el frescor. Flores y cítricos se combinan de manera ideal para dar placer en los suaves atardeceres de primavera o en el pleno calor estival. Fresco, fácil de tomar y con mucha sabrosura. Así es el rosado de Ramón Bilbao, ideal para entrar en el mundo de los rosados y ya no salir hasta que llegue el invierno.